lunes, 10 de agosto de 2009

PETER SHILTON , EL PORTERO DE LOS BRAZOS LARGOS






Los porteros son esos grandes incomprendidos en esto del fútbol. Su trabajo pocas veces se reconoce como se debería y un error de bulto le condena a un ostracismo difícil de remontar. Hay que tener algo especial para ponerse debajo de una portería, tener una capacidad de superación tremenda y la suficiente calma y confianza para salir de los momentos difíciles que acompañan a una larga trayectoria deportiva.

Un camino que, en el caso de Peter Shilton, fue casi eterno. 32 años de carrera, más de 1.000 partidos como profesional de élite y 125 partidos con la selección de Inglaterra. Muchos partidos, miles de minutos, numerosos momentos importantes, grandes paradas, fallos decisivos...que hacen de Shilton una de las grandes leyendas con guantes.

La leyenda cuenta que tenía los brazos tan largos porque de pequeño pasaba horas sobre una barra de gimnasia

Los números del portero de Leicester tienen mayor mérito si cabe si se analiza con detalle la época en la que le tocó buscarse su sitio. Shilton tuvo que competir con grandes mitos de Inglaterra como Gordon Banks o Ray Clemence. Precisamente, el meta de Sheffield fue el que le sirvió de referencia y ayuda en sus inicios. Shilton llegó al equipo de su ciudad con 14 años y acapara la atención de Banks, quien aconsejó a su entrenador subir a la joven promesa al primer equipo. Curiosamente, cuatro años después, la explosión de Shilton acaba con el traspaso de Banks al Stoke City.

Ocho temporadas en Leicester que le llevaron a realizar su debut con la selección nacional. Precisamente con los 'pross' se relacionan los recuerdos más amargos y recordados de la carrera de Shilton. Nadie olvida la 'Mano de Dios' y el 'Gol del Siglo' de Maradona en el Mundial de México 86 en un partido que marcó la carrera del meta inglés. Sin embargo, la primera gran decepción para Shilton llegó un 17 de octubre de 1973. La Inglaterra de Alf Ramsey se jugaba su clasificación para el Mundial de Alemania ante Polonia, que ya le había ganado en el partido de ida. Con Wembley como escenario el error no entraba dentro de los planes de los 'pross'. Pero Jan Domarski se saltó el guión adelantando a los polacos con un disparo ante el que Shilton pudo hacer más. El 'fallo' del meta inglés contrastó con la exhibición de Tomaszewski, que se erigió en el héroe de la noche con sus paradas. Inglaterra estaba fuera del Mundial.

Fueron unos años duros para Shilton, que vio como Ray Clemence le arrebataba el puesto en el combinado nacional y que su mediático fichaje por el Stoke City terminaba con el equipo del centro de Inglaterra en la segunda inglesa. Era la tercera temporada allí de Shilton, que paradójicamente era nombrado el mejor jugador del año en Inglaterra. Y es que su alto rendimiento no se vio correspondido a nivel colectivo. Aún así, un recién ascendido Nottingham Forest se hacía con sus servicios. El 'City Ground' cumplía así las peticiones de su técnico Cough y comenzaba una etapa histórica en el club.

Pocas veces, por no decir ninguna, se ha dado una situación semejante en el mundo del fútbol. El Forest pasó de jugar en segunda a levantar el título de la Premier. Una sólida defensa y el acierto en los últimos metros de Trevor Francis eran las grandes armas de este equipo. La gesta se convirtió en heroicidad cuando el conjunto de Nottingham sumó dos Copas de Europa de manera consecutiva. La hazaña en el debut se consumó en el Olympiastadion de Múnich ante el Malmö sueco y el éxito se repitió un año después en el Bernabéu ante el Hamburgo. El resultado en ambos partidos, de 1-0, decían mucho del estilo de juego de los de Clough.

El día que Maradona le puso en evidencia
Esos fueron los grandes años de Shilton, que recuperó la titularidad con la selección y disputó su primer Mundial en 1982. A pesar de su buenas actuaciones, Inglaterra no pasó de la segunda fase. Una primera cita con la historia de los Mundiales que se quedaría en mera anécdota cuatro años después.

Inglaterra disputaba los cuartos de final en el estadio Azteca ante Argentina con el recuerdo del conflicto de las Malvinas en la mente de todos los aficionados. La 'venganza' albiceleste llegó a cargo de Maradona, que sonrojó a Shilton en dos ocasiones. El meta poco pudo hacer en los dos goles del 'Pelusa' pero la frustración fue máxima. Había sido el último obstáculo en el hoy todavía considerado como mejor gol de la historia y sus largos brazos no había podido anticiparse a la 'Mano de Dios'. Era conocido como el portero de los brazos largos. Una longitud que la leyenda justifica porque en su infancia permanecía suspendido sobre una barra realizando gimnasia. De nada le había servido ante el 'Pelusa', al que nunca ha perdonado por su acción.


Al menos, Shilton se resarció en su última cita internacional cuajando un casi perfecto Mundial en Italia con 41 años. Un consuelo que también servía para ver con buenos ojos su discreta etapa en el Southampton, Derby Country, Plymouth, Wimbledon, Bolton, Coventry, West Ham y Leyton.El mítico portero de Leicester se había empeñado en permancer contra viento y marea en su viaje por el fútbol. Decían de él que siempre era el último en abandonar los entrenamientos y que su capacidad de trabajo e ilusión fueron los que le mantuvieron en la élite durante tantos años. Elementos que le ayudaron a conseguir récord que a día de hoy permanecen inalterables, difíciles de alcanzar.



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