lunes, 10 de agosto de 2009

ALESSANDRO ALTOBELLI , LA AGUJA NERAZURRA






Si se habla de la participación de Italia en el Mundial de 1982 es indudable que el nombre propio es Paolo Rossi. Sin embargo, aquella cita internacional sirvió para que otro de los grandes del fútbol italiano, Alessandro Altobelli, viviera su particular momento de gloria.

Habilidad, olfato goleador, poderío aéreo...todo al servicio de Italia, y del Inter de Milán. Su aspecto espigado, con mas de un metro ochenta de altura y algo más de 60 kilos de peso, permitía a Altobelli ser una referencia por arriba, lo que no reñía con su destreza con el balón sobre el césped.

Quince tantos con la firma de 'Spillo' dieron al Inter su duodécimo Scudetto tras nueve años de sequía

'Spillo' (aguja) dio sus primeros pasos como futbolista en la modesta Latina en la serie C italiana. Un salto rápido al Brescia de la serie B donde el punta permaneció durante tres temporadas. Sin destacar en exceso, Altobelli daba muestras de ser una gran opción atacante para cualquier equipo de la Serie A. Sin embargo, incluso para el propio Altobelli la llamada del Inter fue toda una sorpresa.

Eugenio Bersellini se había fijado en él y lo consideraba una pieza necesaria para reflotar a un Inter inmerso en una sequía de títulos. Fue un fijo en sus once temporadas como 'neroazurro' y su regularidad goleadora la hacía indispensable en el once del conjunto italiano. Quince tantos con la firma de 'Spillo' dieron al Inter su duodécimo Scudetto tras nueve años de sequía. Tres después, llegaría su tercera Copa de Italia.


El premio de España 82
En pleno resurgimiento interista llegó la cita de España en 1982. Los hombres de Enzo Bearzot llegaban cuestionados, y el inicio del Mundial ratificaba las sensaciones. Italia no estaba para ganar. Pero apareció la 'flor' italiana y el gran Paolo Rossi y la 'azzurra' se plantó en la final.

Altobelli, por cierto, ocupaba la posicion de tercer delantero y su función de recambio del propio Rossi o Graziani parecía dejarle en un papel secundario en la cita mundialista. Pero, caprichos del destino, en el minuto siete de la final ante Alemania Francesco Grazini se lesionaba tras un encontronazo con Wolfgang Dremmler. Altobelli saltaba al campo.

Fue la final de Rossi, del éxtasis de Tardelli, de la impotencia de Rummenige...y del gol de 'Spillo'. Con Alemania volcada, Altobelli sentenciaba el choque en un contraataque y se convertía en el primer reserva de la historia en marcar en una final.


Su oportunismo, habilidad en el desmarque o dominio en el área siguió dando sus frutos en el Inter, aunque los resultados no acompañaran. Así, su gran rendimiento le obsequió con la capitanía en México 86. Con 31 años, su experiencia en grandes acontecimientos le llevó a brillar con luz propia en su segundo Mundial. Fue el único en marcar goles para Italia, con cuatro dianas que permitieron a la 'azzurra' llegar a octavos, donde la Francia de Platini les cortó el paso.

Eran los últimos coletazos de 'Spillo', que se despediría de su gran club en 1988. Le esperaba una corta aventura en la Juve (una temporada) y su humilde despedida en el Brescia, que por entonces volvía a ser equipo de la serie B.


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