El mundial del 10.
Sí, así podríamos llamar a aquel Mundial. Si hay algo que nos recuerde por encima de todo el Mundial de Suecia 1958, fue la aparición de un joven futbolista de 17 años, al que apodaban Pelé, y cuyo nombre real era Edson Arantes do Nascimiento, a quien nadie conocía fuera de su propio país, Brasil, y que asombró al Mundo entero con su genialidad y su arte.
Fue el primer Mundial retransmitido integramente por televisión para todo el mundo, aunque en realidad, en directo sólo pudieron verlo unos cuantos países. Suecia, además, había sido elegida no sólo por su poca implicación en la Segunda Guerra Mundial, de la cual aún se guardaban ciertos coletazos finales en las relaciones diplomáticas entre los distintos participantes, sino también por tener 12 sedes de fútbol de primera calidad.
Era el escenario perfecto: inmejorables instalaciones y el Mundo entero tras las cámaras. Y detrás de ellas, una selección que maravilló con su fútbol preciosista y con dos perlas que en años posteriores darían mucho que hablar y que supondrían un antes y un después del fútbol: Pelé y Garrincha.
Curiosamente, el número 10, que era el que llevaba a la espalda, y que desde entonces se asoció con el número de todos los cracks de cada país, le llegó por casualidad, pues Brasil mandó la lista de sus seleccionados sin numeras por un olvido. Un dirigente uruguayo de la Fifa allí presente se encargó de ponerles número por su cuenta. Y si al portero le puso el 3, o a Garrincha, que era extremo derecho le puso el 11, a Pelé le toco ese mágico número 10.
Brasil era la gran favorita, junto con los anfitriones, pero desgraciadamente, dos potentes selecciones que podían haber llevado también la vitola de candidatas sufrieron sendas desgracias. Mientras la Hungría de Puskas y Kocsis, actual subcampeona del Mundo, había sido desmembrada por culpa de la invasión de Budapest por la Unión Soviética, Inglaterra, cuatro meses antes, había sufrido un trágico accidente de avión con el que era su mejor club, el Manchester United, perdiendo la vida 8 de ellos en aquel accidente.
Por otro lado, se produjo la curiosa circunstancia de que Gales tuvo una doble oportunidad para clasificarse que finalmente aprovechó. Los británicos habían sido eliminados pero en la clasificación para un puesto en la fase final por parte de Africa y Asia, se jugaban la plaza que les correspondía las selecciones de Israel, Egipto, Sudán e Indonesia. Por motivos políticos, las tres últimas se mostraron contraria a jugar contra Israel, por lo que fueron eliminadas directamente. Sin embargo, tampoco pudieron clasificar a Israel porque las normas exigían que al menos debían jugar un encuentro. Se invitó a Italia y luego a Uruguay a jugar contra Israel, pero ambas se negaron, así que finalmente la invitada fue Gales, quien venció a Israel, clasificándose con esa segunda oportunidad para jugar el Mundial de Suecia de 1958, el Mundial de Brasil. El Mundial de Pelé y el 10.
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