martes, 13 de octubre de 2009

MUNDIAL FRANCIA 1998






El Mundial de 1998 se realizó en el continente europeo luego de la experiencia comercial positiva que dejó el de Estados Unidos cuatro años antes, en donde se comprobó que el fútbol no sólo es un deporte de ilimitada popularidad sino también un gran negocio que eclipsa en ciertos aspectos a los propios Juegos Olímpicos.

Francia ´98 fue una fiesta de la cual participaron por primera vez 32 selecciones, un nuevo récord en el número de patrocinadores y con una innovación: se puso en práctica a partir de los octavos de final.

El llamado gol de oro o muerte súbita para partidos que debían definirse en tiempo extra.El desarrollo tecnológico de las comunicaciones satelitales dio lugar para que la televisión se encargara de mostrar todos los ángulos del evento, dentro y fuera de la cancha.






Cualquier rincón del planeta, por más alejado que estuviera, recibió las imágenes mundialistas (cerca de unas 40,000 millones de personas vieron el certamen por televisión) y también las imágenes de un país que se vistió de gala y entusiasmo para hospedar con honor al balompié internacional. ( "Vamos los azules" ) porque ganaron en el fútbol, pero también como anfitriones.

Curiosamente, el jugador más reconocido de la historia del balompié francés, Michel Platini, logró como organizador lo que no pudo como jugador, levantar una Copa Mundial.Para los 32 representativos se utilizaron 10 estadios: el flamante Estadio de Francia en Saint-Denis, el Parque de los Príncipes de París, el Félix-Boliaert de Lens, el estadio Gerland de Lyón, el Geoffroy-Guichard de Saint-Etienne. el Velódromo de Marsella, la Mosson de Montperlier, el Municipal de Toulouse, el Lescure de Burdeos y La Beaujoire de Nantes.

Los ocho grupos se formaron así: en el A: Brasil, Escocia, Marruecos y Noruega. En el B: Italia, Chile, Camerún y Austria. En el C: Francia, Sudáfrica, Arabia Saudita y Dinamarca. En el D: España, Nigeria, Paraguay y Bulgaria. En el E: Holanda, Bélgica, Corea del Sur y México. En el F: Alemania, Estados Unidos, Yugoslavia e Irán. En el grupo G, Rumania, Colombia, Inglaterra y Túnez y por último en el H, Argentina, Japón, Jamaica y Croacia.

El miércoles 10 de junio en Saint-Denis jugaron a primera hora el Campeón Mundial de entonces, Brasil, frente a la selección escocesa. Fue un triunfo importante ( 2-1) para los sudamericanos dirigidos nuevamente por Mario Lobo Zagallo quién como jugador ganó dos mundiales (1958 y 1962) y como técnico de Brasil uno (1970).

La selección verde amarelha iba por su quinto título mundial, un hecho sin precedentes.Para ello llevó un plantel de pesos pesados: el portero Taffarel, Roberto Carlos, Junior Baiano, Cafú, Leonardo, Dunga, Flavio Conceicao, Denilson, Edmundo, Ronaldo y el mejor de todos, Rivaldo. (ausente por decisión del cuerpo técnico: El Grupo A Brasil lo ganó con dos triunfos, 2-1 a Escocia y 3-0 a Marruecos y una sorpresiva derrota de 2-1 ante Noruega, selección que en partido amistoso ya le había ganado en territorio noruego 4-1 a los brasileños.

Los nórdicos clasificarían segundos en el grupo. Italia, bajo las órdenes de Cesare Maldini, debutó con problemas ante una aguerrida selección chilena. Con un dudoso penal, la escuadra azzurri logró empatar el partido a minutos del final, luego de ir perdiendo 2-1 con los andinos.

Con un juego defensivo y sin arriesgar, Italia no generaba atracción, a pesar de tener a Alessandro Del Piero, Christian Vieri, Fabricio Ravanelli y Roberto Baggio en el plantel. Por su parte los chilenos, de la mano del técnico Nelson Acosta y con la dupla Salas-Zamorano, fueron diluyéndose con el correr de los partidos y terminaron perdiendo 4-1 en octavos de final ante Brasil.

Los dueños de casa apretaron el acelerador de entrada, demostrando que estaban decididos a quedarse con el Mundial. Dirigidos por Aimé Jacquet y llevando como jugador símbolo a Zinedine Zidane, a la postre el mejor del torneo, fueron convicción, errores, búsqueda y visos de habilidad en todos y cada uno de los partidos que jugaron. Didier Deschamps, Marcel Desailly, Youri Djorkaeff, el buen arquero Fabian Barthez y por ahí, un joven delantero argentino que se dio el gusto de salir campeón ante Brasil, David Trezeguet.







Si bien Francia no fue un lujo futbolístico, a su favor se puede decir que no defraudó porque siempre buscó el arco rival sin especulaciones.Con Francia pasó Dinamarca y su estilo leal al fútbol bien jugado.

Cayó con las botas puestas en cuartos de final frente a Brasil, tal vez mereciendo mejor suerte pero ganándose el respeto de la afición. Francia ´98 fue la despedida de las selecciones dinamarquesas de Michael Laudrup, un estilista del balompié.Paraguay, con el mejor portero del mundo, José Luis Chilavert, él sólo un espectáculo aparte, y con su típico juego defensivo, llegó hasta donde pudo pero dejando gratas sorpresas.Primero vencieron categóricamente a Nigeria 3-0, empataron 0-0 frente a Bulgaria y España hasta perder en octavos de final, en tiempo extra 1-0 contra los anfitriones.

Fueron en todo momento un hueso muy duro de roer, y sino que lo digan los españoles y los propios franceses.A propósito, la selección de España volvió a decepcionar.

Favorita de muchos antes del Mundial debido a su buena campaña clasificatoria y con un técnico, Javier Clemente, que ni bien tocó suelo galo indicó que sus dirigidos estaban para jugar la final.Lo cierto que España se fue sin pena ni gloria en la primera ronda después de perder con Nigeria 3-2, empatar 0-0 con Paraguay y vencer 6-1 a Bulgaria. Destino incierto el de la selección peninsular cada vez que participa en un Mundial.

Argentina también llegó con buenos comentarios. Fue dirigida por Daniel Pasarella, quién en las instancias decisivas del seleccionado rioplatense decidió afianzar su concepto de técnico todopoderoso en detrimento del equipo, y dejar prácticamente afuera al volante Marcelo Gallardo.

Ahí jugaron el portero Roa, Ayala, Chamot, Sensini, Zanetti, Almeida, Simeone, Verón, Ortega, el López ,el mencionado Gallardo y Batistuta.Habían superado su grupo venciendo 1-0 a Japón, 1-0 a Croacia y 5-0 a Jamaica.

En octavos de final jugaron el partido más electrizante del torneo frente a Inglaterra a quién le volvieron a ganar, esta vez por penales después de terminar empatados 2-2.En cuartos de final, en otra memorable jornada, perdieron casi sobre la hora contra Holanda por 2-1, con un gol del "Piojo" López para los gauchos y uno de Kluivert y otro de Bergkamp para Holanda a un minuto del final.Colombia sucumbió en la primera ronda ante Rumania (1-0) e Inglaterra (2-0) sin alcanzarle el triunfo contra Túnez (1-0).






Otra opaca actuación colombiana cuyo técnico, el Bolillo Gómez prefirió aferrase al pasado sin arriesgar por el presente.También decepcionante fue la actuación de Estados Unidos dirigida por un desconcertante Steve Sampson y que terminó en la última posición general al perder todos sus encuentros: 2-0 contra Alemania, 2-1 en un muy promocionado partido frente a Irán y 1-0 contra Yugoslavia.

México en tanto, fue un óptimo destello futbolístico. Con la "sí se puede"a cuestas y un amor propio elogiable, remontó un marcador de 0-2 contra Bélgica para terminar empatado 2-2. Le ganó 3-1 a Corea del Sur y empató 2-2 con Holanda.En octavos de final, la escuadra mexicana de Campos, Suárez, Ramírez, García Aspe, Blanco, Palencia y Hernández, dirigida por Manuel La Puente,cayó sin merecerlo 2-1 ante una aburrida y cansada Alemania Pero las cartas ya estaban sobre la mesa y los dos favoritos, el de casa y los brasileños llegaron a la final.Como dato para resaltar y mezclando la política con el deporte la selección de Croacia, comandada por Prosinecki y Suker, goleador del torneo con 6 goles, alcanzó el honroso tercer puesto al vencer 2-1 a los holandeses de Boer, Numan, Davids, Berkamp y Kluivert.Fue emocionante ver a esos jugadores croatas llorar como niños por lo logrado, sabiendo que en su país, herido de muerte por una guerra separatista atroz,ese tercer puesto significaría instantes de celebración y alegría. El 12 de julio de 1998, en el estadio Saint.Denis, ante unas 75 mil personas y frente a una selección brasileña que nunca despegó aguardando la aparición de su hijo pródigo, Ronaldo, sin la convicción de otros gloriosos equipos del pasado, experimentó inmóvil como Francia, con dos goles de Zidane y una joyita de Petit (3-0) le impedía alcanzar el quinto torneo Mundial.

Fue la Toma de la Bastilla del fútbol.Cuando el árbitro marroquí Belgola finalizó el partido, los apaciguados franceses celebraron como cualquier hijo de vecino y ellos mismos inundaron París con cánticos y banderas.En el palco de honor el propio presidente galo, Jacques Chirac, acompañado de Michel Platini y Zinedine Zidane reían como niños. " Allez les Bleus".

El siglo en el fútbol se cerraba al son de la Marsellesa. Un justo campeón para una historia mundialista ilustre. Mucha agua pasó debajo del puente desde aquél primer mundial de 1930, pero el balón no defraudó a nadie y continúa rodando...El próximo Mundial del 2002 se organizará por primera vez en el continente asiático, pero esa ya es parte de otra historia.








CURIOSIDADES DEL MUNDIAL



- El mundial de Francia 98 tiene el récord de haber sido el torneo en donde se festejaron más goles… En total, se gritaron 171 en 64 partidos.

- Italia, México y Francia son los únicos tres países en haber organizado dos veces un mundial. Italia lo hizo en 1934 y 1990, México en 1970 y 1986 mientras que Francia tuvo el primero en 1938 y el segundo en 1998.

- El delantero Gabriel Batistuta es el jugador argentino que más goles marcó en los mundiales. En Estados Unidos 1994 y Francia 1998 marcó nada menos que 9 goles, uno más que Diego Maradona y Guillermo Stábile.

- “Bati” es el único argentino que consiguió marcar tres goles en un partido en dos mundiales diferentes. Primero fue en su debut mundialista cuando Argentina le ganó a Grecia por 4 a 0 y cuatro años más tarde, en Francia 98 marcó otros tres en la goleada frente a Jamaica por 5 a 0.

- En el mundial de Francia 98 se produjo el récord de tarjetas rojas. En total los árbitros mostraron 22.

- La sorpresa del torneo fue Croacia que obtuvo el tercer lugar en su primera copa mundial ya como país independiente de la desaparecida Yugoslavia.

- El jugador alemán Lothar Matthaus ha intervenido en un total de 25 partidos en la fase final de la Copa del Mundo, estableciendo un récord. Matthaus además ha participado en 5 Copas del Mundo, igualando el récord que consiguió el arquero mexicano Antonio Carvajal, entre los mundiales de 1950 y 1966.

- El danés Ebbe Sand marcó en este mundial un récord. Suplantó a Peter Moller a los 15 minutos de juego, y a los 16 segundos de haber ingresado, al tocar su primera pelota, anotó un gol.

- En el partido de octavos de final entre Francia y Paraguay, por primera vez se define un encuentro mundial por el sistema de “Gol de Oro”. Fue convertido por el francés Laurent Blanc en el minuto 113. Con este sistema, durante los 30 minutos de tiempo suplementario, el equipo que primero anote un gol, gana el encuentro.

- El pueblo de Francia se sentía campeón aún antes de disputarse la final. El Correo Francés, el mismo día de la definición del torneo, imprimió millones de estampillas con la frase: “Campeones del Mundo”.



miércoles, 7 de octubre de 2009

ITALIA-ESPAÑA 1994 : EL CODAZO QUE NOS ROMPIÓ EL CORAZÓN







La selección española en Europa es como México en América en cuestión futbolística. Siempre con grandes ilusiones previos a un torneo importante, siempre pensando que ahora sí, puede ser la oportunidad de España para estar entre los cuatro primeros. La base de jugadores es muy buena por lo que no hay motivo de fracaso.

Pero al igual que México, a España siempre le pasa algo al momento de la verdad. Si no es la tanda de penales, un falla garrafal en el momento más importante del partido o una desición arbitral que echa a la borda todo lo planeado o conseguido.

Increíblemente la Selección Nacional y la Furia Roja han sido testigos de como un juego clave, ya sea en mundial de futbol, en Copa América o Libertadores para México o en Copa Europea para España siempre termina en lagrimas cuando minutos antes era todo alegría. A excepción del Real Madrid que en estas cuestiones es punto y parte.

La historia de España registra eliminaciones dramáticas que abarcan desde aquella situación descarada contra Italia en 1934 hasta el penal fallado por Raul en el partido contra Francia de la pasada Eurocopa de Naciones.

Pero sin duda, una de las que más han dolido es la que se dio en el partido de Cuartos de Final del mundial Estados Unidos 1994 frente a la "squadra azzurra". Rivales por antomasia, italianos y españoles siempre han protagonizado partidos duros, polémicos y de buen futbol.

El escenario fue el Estadio Foxboro en la ciudad de Boston que aquella tarde del 9 de julio albergó a 55 mil espectadores para ver el clásico europeo.

España venía de un contundente 3-0 sobre Suiza en la ronda anterior mientras que Italia, para variar con muchas dudas por su accionar, había ganado apuradamente ante Nigeria 2-1 en un juego que merecieron haber perdido por la cantidad de fallas frente a la portería que tuvieron los africanos.

Con la estrella de los azzurros, Roberto Baggio, con muchos problemas de lesiones y un equipo que no encontraba confianza en si mismo España parecía tener todas las posibilidades para colarse por segunda vez en su historia dentro de la fase semifinal (la primera fue en 1950 cuando se jugó un grupo único para definir al campeón).

El árbitro designado para silbar este duelo fue el húngaro Sandor Puhl, sin duda hasta ese moemnto el mejor árbitro del mundo por sus excelentes actuaciones en eventos como Liga de Campeones y eliminatorias europeas, y uno de los cosentidos de la FIFA. 90 minutos después ese pensamiento ya no sería igual.

España e Italia protagonizaron un partido típico de cuartos de final de mundial. Aguerrido, con buenas jugadas y con el corazón por delante. Inspirados por el talento de Dino Baggio, Demetrio Albertini y Nicola Berti en la media cancha y con el "Principe" Baggio como hombre de punta acompañado por Daniele Massaro y Giuseppe Signori, los italianos comenzaron dominando el partido con intención de resolverlo en 90 minutos.

Ante un cuadro español desconectado y con dos tarjetas amarillas en los primeros minutos del partido, Italia se fue al frente en el marcador gracias a un soberbio gol de media distancia de Dino Baggio que superó la estirada de Zubizarreta cuando el reloj marcaba los 26 minutos.

Fieles a su estilo los dirigidos por Arrigo Sacchi se tiraron atrás para aguantar la ventaja y matar a España en contragolpe. La Furia Roja tomó el control del partido y poco a poco empezó a inquietar la zaga azul.

Tanto fue el cantaro al agua hasta que se rompio. Con una defensa italiana aferrada a su área España empezó a intentar abrirla con tiros de larga distancia y en el minuto 59 de tiempo corrido un disparo de Jose Luis Caminero, desviado por un defensa batió al arquero Pagliuca y empató el partido.

Con España a la alza e Italia muy disminuida fisicamente, en especial Roberto Baggio, los ibéricos se veían con grandes posibilidades de darle la vuelta al juego y hacer historia. Entonces vino una jugada clave de la cual no tiene culpa ni Italia, ni Sandor Puhl que definió el rumbo del partido.

Italia trató de jugar al fuera de lugar, el delantero español Julio Salinas lo eludió y se fue sólo al arco italiano con balón dominado. Cuando todos en el estadio coreaban el gol español Salinas no supo que hacer con la pelota y terminó estrellándola en la humanidad de Pagliuca que había salido a achicar. Los fantasmas de Cardeñosa y Eloy se hicieron presentes en todos los aficionados de la península. Pero el verdadero fantasma tardaría 20 minutos en llegar.




Esta falla hizo que el juego diera un giro de 360 grados y con una España desmolarizada Italia pasó a dominar el resto del encuentro. Al minuto 88 y con España volcada al frente, un balón rebotado en el área italiana generó en un contragolpe fulminante encabezado por Signori y Baggio. El número 20 azzurro corrió y corrió con el balón, pasó la media cancha y cuando el único zaguero español salió a cortarlo lo cedió a Baggio que venía solo por el otro lado.

Su formidable técnica le permitió esquivar a Zubizarreta dentro del área y golpear el balón hacia la red a pesar de que éste se había alargado considerablemente. La pelota lentamente fue entrando a la valla española aun cuando Abelardo trató desesperadamente de sacarlo en la linea. Italia había vuelto a resolver el partido en los instantes finales, sin merecerlo propiamente, tal y como sucedió ante Nigeria días antes.

España se fue con todo al frente en busca del agónico empate y fue aquí cuando de nueva cuenta, como en Italia 34, esas misteriosas desiciones arbitrales le negaron a la Furia la gloria. Cuando se jugaba el segundo minuto de descuento un centro por derecha de Caminero iba dirigido a donde llegaba Luis Enrique marcado por Mauro Tassotti. Al verse superado, el defensa del Milán le propinó al joven español un salvaje codazo que de inmediato lo mandó al suelo, dentro del área grande. Penal clarísimo y expulsión directa por agresión flagrante. Ninguna de las dos situaciones se marcaron.

Puhl, siempre bién colocado, venía de frente a la acción afuera de la media luna pero hizo caso omiso, así como sus asistentes. En el estadio y en la transmición en vivo todo mundo lo vio. Incluso el árbitro pero sin duda no se atrevió a marcarlo. La jugada se tornó aun más dramática cuando Luis Enrique, con la nariz fracturada y todo ensangrentado fue a reclamarle al húngaro la agresión de Tassotti. Varios españoles también le reclamaron airadamente pero el silbante solo se limitó a marcar saque de banda en favor de Italia.

Momentos después Puhl silbó el final del partido y toda la selección ibérica, incluido Luis Enrique que lloraba inconsolablemente fueron a acechar al silbante. España había sido de nueva cuenta acuchillada y su aventura en el mundial había terminado.

Tassotti e Italia avanzaron a semifinales y luego a la final para caer en serie de penales ante Brasil. Días después del partido de cuartos de final la FIFA suspendió ocho juegos internacionales a Tassotti por la agresión y así como la carrera del italiano con la selección terminó, la participación española en Estados Unidos finalizó prematuramente como en la mayoría de los eventos en que España ha tomado parte.