jueves, 27 de noviembre de 2008

LA GUERRA DE LAS 100 HORAS , Y EL FUTBOL COMO EXCUSA...

Cuando las cosas no van bien en una relación, ya sea personal, laboral o, como en este caso, diplomática cualquier excusa es válida para encender la mecha que haga estallar un conflicto.


En 1969, en las eliminatorias para el mundial, Honduras y El Salvador debían enfrentarse en el campo de juego. Pero la situación socio-política de ambos países no era precisamente la mejor, descontando ya que fue la época de gobiernos militares que tomaban cualquier excusa para desviar la atención, esta vez se usó el Fúbol para tal causa.

¿Es posible llegar a un conflicto armado por un partido de fútbol? decir eso sería simplificar demasiado la historia, en este caso el fútbol se usó como medio para convencer a las masas y exaltar ese falso y estúpido nacionalismo, como siempre me quejo, aquí somos Argentinos solamente cuando juega la selección, especialmente cuando gana

Bueno, para que lo sepan, todos los latinos tenemos el mismo defecto, un poco de historia...




El 6 de Junio de 1969 se jugó en Honduras el primer partido, desde el principio empezó todo mal, alentados por los medios de prensa que incitaban a la violencia y apoyados por el gobierno que pretendía machacar las culpas de todo lo malo a los casi 300.000 inmigrantes (ilegales la mayoría) salvadoreños, muchos hinchas hondureños fueron a "visitar" el hotel donde se hospedaba la selección de El Salvador.

Durante toda la noche hicieron ruido, gritaron, insultaron, tiraron comida podrida y otras cosas contra el Hotel. El partido se jugó al otro día y, como era de esperar, el seleccionado de El Salvador no había podido dormir y perdió 1 a 0.

El 15 de junio se jugó la vuelta en El Salvador con un método similar pero esta vez la violencia en aumento, hubo muertos y heridos en mayor cantidad que en el partido anterior. Ganó El Salvador 3 a 0.

El 27 de junio se juega un desempate en Ciudad de México para evitar el conflicto, pero si bien el partido terminó 3 a 2 para El Salvador la cuestión no terminó aquí.

Ambos países pasaban por un mal momento, EEUU implementaba (casi por la fuerza) el mercado común centroamericano para contrarrestar el impulso revolucionario de Cuba, esto acarreaba problemas económicos en ambos países, la mano de obra Salvadoreña en Honduras fue el chivo expiatorio de todas las culpas, comenzaron las deportaciones.

El partido de futbol fue utilizado como medio de exaltación de las masas, enójense con el vecino, es su culpa que nos vaya mal, digamos, la clásica xenofobia incitada por los estados totalitarios.

Para el 14 de Julio de 1969 el ejército Salvadoreño invadió Honduras, la guerra duró tan sólo 100 horas, el 20 de Julio se negoció un alto al fuego vía la OEA (Org. Estados Americanos), las tropas se retiraron para principios de Agosto.

¿Que trajo para ambos países esta estúpida guerra? más de 35000 muertos para comenzar, si, se mataron con la excusa del partido, pero no sólo eso fue lo malo, además estos militares que dirigían ambos países se vieron impulsados políticamente y quedaron mejor ubicados que antes. Si, la gente es guiada por la banderita sin dudas, en este caso se demostró cuan fácil era hacerlo desde un partido de fútbol para justificar la expulsión de 300.000 personas de un país a otro, matar a 2000 y dejar a ambos pueblos enemistados siendo tan cercanos en su origen.

El Salvador quería su camino al atlántico y no lo logró por la fuerza, una rápida reacción Hondureña lo impidió pero al costo tan alto, para colmo, no sólo no se logró ni un centímetro de territorio si no que se perdió muchísimo más. Es que las guerras, son estúpidas SIEMPRE.

Así pues, tuvimos una guerra "del fútbol", la próxima vez que se nos incite a odiar a un hermano o vecino por un partido de fútbol recuerden este detalle de la historia y dejen de comportarse como infrahumanos, es un puto partido de fútbol, nada más.






Resultados de los encuentros

el 6 de junio de 1969 - El Salvador-Honduras 0-1 (0-0 en el descanso)
el 15 de junio de 1969 - El Salvador-Honduras 3-0 (3-0)
Un desempate hacen juego el 27 de junio de 1969 - El Salvador-Honduras 3-2 (1-2 en el descanso, 2-2 en de jornada completa), jugado en México.

Consecuencias de la guerra

La muerte de aproximadamente 35.000 personas.

La finalización de esfuerzo de integración regional conocido como Mercado Común Centroamericano (MCE), diseñado por EEUU como una contraparte económica regional a los efectos de la Revolución Socialista en Cuba.

El refuerzo del papel político de los militares en ambos países. En El Salvador, en las elecciones legislativas que siguieron, la mayoría de candidatos del Partido de Conciliación Nacional (PCN) de El Salvador, en esa fecha ejerciendo el gobierno, fueron extraídos de las filas militares, haciendo una enorme apología de su papel en el conflicto y por consiguiente resultando victoriosos en las elecciones de diputados y alcaldes de la época.

El agravamiento de la situación social en El Salvador, producto de las deportaciones desde Honduras, ya que el gobierno tuvo que facilitar a estas personas la reinserción económica que no se logró satisfacer adecuadamente. Aumenta la presión social que marca el antecedente de la guerra civil que vivirá el país centroamericano.




Dos países, una relación con "honduras" dónde el fútbol no oficio como "el salvador", sino que fue la mejor excusa para lo peor.




martes, 18 de noviembre de 2008

PELÈ , LA PERLA NEGRA


Edso Arantes do Nascimento (pelé) nace el 23 de octubre de 1940 en un pueblito llamado Tres Corazones, ubicado en el estado de Minas Gerais. Hijo de Celeste y Joao Ramos do Nascimento, un futbolista conocido como Dondinho que tuvo que retirarse mientras jugaba en el Fluminense debido a una lesión.

El niño fue bautizado en la Iglesia de la Sagrada Familia de Jesús, María y José con el nombre de Edson Arantes Do Nascimento. Sus padres lo llamaban cariñosamente Dico.

En 1944 la familia completa se trasladó a Sao Paulo. No fue un gran estudiante, por eso que su padre aprovechó a inculcarle desde chico el fútbol. Lo obligaba a usar las dos piernas para jugar. "Cuando alguien me elogiaba mi padre decía: Sí, juega bien, pero todavía es duro del pie izquierdo."
El primer trabajo de Pelé fue lustrar zapatos. Luego fue aprendiz en una talabartería. A los 15 años se empleó en una estación de servicio y sus compañeros de juego lo llamaban Gasolina. Mientras, jugaba al fútbol en equipos amateurs como Baquinho y Sete Setembro
Fue descubierto por Waldemar de Brito, ex futbolista y buscador de talentos. En esa época surgió su apodo definitivo, Pelé, debido a que jugaba sin zapatos, a pie pelado.

Waldemar llevó al pequeño a probarse al Santos. Su primer sueldo fue de 6 Cruzeiros, 2 de los cuales envió a su madre. Con el resto pagaba la pensión y se divertía.
El 7 de septiembre de 1956 debutó en primera división en el partido en el que el Santos le ganó a Corinthians por 7 a 1. Entró en lugar de Del Vecchio al promediar el segundo tiempo y convirtió su primer gol oficial en el minuto 79. El arquero se llamaba Zaluar.





El 7 de julio de 1957 fue convocado para jugar por la selección Brasileña contra Argentina, en el Maracaná. Entró y le convirtió un gol a Amadeo Carrizo, anotando su primer gol con esa camiseta. Al final los trasandinos ganaron por 2 a 1.
"Pelé", Edson Arantes do Nascimento
Jugó el primer mundial en Suecia 58. No estuvo en los dos primeros partidos por lesión, pero fue vital en la campaña de equipo, que derrotó en la final al local por 5 a 2. Anotó dos tantos y se convirtió en Campeón del Mundo a los 17 años. Después de la hazaña la prensa lo llamó el Rey del Fútbol, O Rey Pelé.

Tres años después ganó Copa Libertadores y la Intercontinental con el Santos. El 62 repitió los campeonatos y participó en el mundial de Chile. Sólo jugó dos partidos y se desgarró. Brasil salió campeón del mundo y Garrincha fue el ídolo del torneo.
Jugando contra Perú en Lima, ocurrió un hecho inédito. Pelé fue expulsado del campo de juego. La hinchada empezó a armar revuelo y amenazó con tirar abajo el estadio. Resultado: El juez abandonó el partido y Pelé volvió al campo de juego.
En 1966, luego de siete años de noviazgo, Pelé se casó con Rosemary Nascimento, una mujer blanca, con la que tuvo tres hijos: Kelly Cristina, Edinho y Jennifer.
El mundial de Inglaterra se hizo para coronar al equipo local. La consigna de los equipos europeos era pegarle a Pelé ante la pasividad de los árbitros ingleses. En el tercer partido contra los portugueses, el rey tuvo que dejar de jugar por las patadas que recibió. Sin embargo, los mismos ingleses que lo dejaron fuera del torneo publicaron en el diario "The Sunday Times": "¿Cómo se deletrea Pelé? D-I-O-S".
Su gol numero 1000 llegó el 19 de noviembre de 1969 en el estadio Maracaná contra el Vasco Da Gama. Fue de penal en el minuto 34 y se lo convirtió al arquero argentino Edgardo Andrada.

Pelé tuvo su revancha en el Mundial de México 1970. El técnico de Brasil, Mario Zagallo, puso en la cancha cinco números 10: Pelé, Tostao, Gerson, Jairzinho y Rivelinho. El resultado fue la obtención del tercer campeonato del mundo. Le ganaron la final a Italia por 4 a 1 con un gol de Pelé.
El 18 de julio de 1971 Brasil jugó contra Austria en el Maracaná. Pelé metió un gol y antes de terminar el partido se sacó la casaca amarilla para dar la vuelta olímpica como despedida de la selección.




Mientras su equipo, el Santos, hacía una gira por Jamaica, fue visitado por el técnico del Cosmos, Clive Toye. Pelé jugó el último partido en su club natal el 3 de octubre de 1974. Jugaban contra Ponte Preta y a los 21 minutos el volante tomó la pelota con las manos, se arrodilló en el medio de la cancha y levantó los brazos.

Los hinchas se dieron cuenta de que Pelé estaba anunciando el final de su carrera.
No fue tal, al año siguiente firmó un contrato millonario con el Cosmos, jugando en Estados Unidos por tres años.
El adiós definitivo llegó en 1977, Jugaron en contra sus dos únicos clubes, el Santos y el Cosmos.

Tras retirarse definitivamente en 1977, el Rey recibió numerosos galardones y reconocimientos, tales como el Premio Internacional de la Paz (1978) o el de Atleta del Siglo (1980). Aureolado por una fama sin fronteras, y habiéndose convertido en el deportista mejor pagado hasta el momento, Pelé inició una carrera relativamente exitosa en el cine, como actor, y en la música, como compositor de varias piezas, entre las que se incluye la banda sonora completa de la película de carácter biográfico Pelé (1977).

Pelé continuó también ejerciendo una importante influencia en el mundo del fútbol desde los despachos, y en 1995 fue nombrado ministro de Deportes en Brasil, cargo desde el cual impulsó la llamada Ley Pelé con la cual pretendía modificar la legislación en materia de contratos deportivos entre clubes y jugadores.



Acerca de ... Pelé



"Podía disparar con la izquierda, con la derecha, y tenía tal visión de juego que en cuanto se hacía con el balón ya sabía lo que iba a hacer con él. Era extraordinario".
Paulo Amaral, preparador físico de Brasil en la Copa Mundial de la FIFA 1958

"Era un jugador de enorme talento, con un gran control del balón y una fantástica visión de juego, leía el partido y las posiciones. Tenía arrogancia, pero no en el sentido negativo. Era un jugador genial, ¿por qué no iba a presumir un poco?".
Bobby Charlton

"Nos sentíamos muy bien antes del torneo. Pelé decía que íbamos a ganar, y si Pelé lo dice, es que vamos a ganar el Mundial".
Carlos Alberto, capitán de la selección brasileña campeona de la Copa Mundial de la FIFA 1970

"Es absurda la pregunta sobre el mejor jugador del siglo. Sólo existe una respuesta: Pelé, que es el más grande y los demás se encuentran a mucha distancia de él".
Zico, figura legendaria de la selección brasileña

"Cuando llegó el turno de jugar el Mundial tuve que buscarme una nueva posición. ¡Pero era lógico! El puesto de número diez estaba guardado para el mejor deportista del planeta: Pelé. Y como no soy Pelé, me moví a la izquierda. Él era completo: pateaba con los dos pies, manejaba bien el balón y era frío frente al arco enemigo".
Mario Zagallo, compañero de Pelé en las Copas Mundiales de la FIFA 1958 y 1962

"Pelé ha sido el mejor jugador del planeta. Estuvo en la cima durante 20 años. Los otros están abajo: Diego Maradona, Johan Cruyff, Michel Platini. Ninguno se le compara".
Franz Beckenbauer, defensor de Alemania en México 1970

"Nunca tuve ídolos. Pero como no podía ser diferente y soy brasileño, y como buenos brasileños, Pelé es nuestro dios, al menos es el mío. En lugar de llamarse fútbol el juego debería llamarse Pelé".
Romário, delantero brasileño campeón en la Copa Mundial de la FIFA 1994

"Si bien nunca congeniamos, como jugador fue lo máximo. Eso sí, yo no me comparo con él, siempre lo dije y lo repito".
Diego Armando Maradona

"Cuando Pelé marcó el quinto gol en aquella final, debo ser sincero y admitir que me dieron ganas de ponerme a aplaudir".
Sigvard Parling, defensor de Suecia en la final de la Copa Mundial de la FIFA 1958

"Antes del partido, me decía 'Pelé es de carne y hueso, como yo'. Luego comprendí que estaba equivocado".
Tarcisio Burgnich, defensor italiano en la final de la Copa Mundial de la FIFA 1970




jueves, 13 de noviembre de 2008

MUNDIAL MEXICO 1970


Cuando un equipo realiza un juego vistoso y alegre, se ha impuesto como lugar común en el fútbol decir “Juegan como Brasil del 70”. El Mundial de México, maravilla de organización y colorido, supuso la entronización definitiva de la selección canarinha en la cumbre del balompié, tanto por número de campeonatos ganados como por la calidad de su fútbol. Tras esta copa quedó claro que cuando los brasileños juegan realmente bien, nadie puede hacerles sombra. Quizá sólo la selección de Hungría en el 54 aguantaría la comparación con la que presentó el Lobo Zagallo en el torneo azteca.

Pelé, máxima estrella del fútbol, llegó a México con 29 años, en plena madurez como futbolista. A su alrededor, Brasil reunió un ataque de ensueño, con el zurdo Rivelino y sus pases de 40 metros que le valieron el apodo de el Mago; Eduardo Gonçalves “Tostao”, un prodigio técnico con especial habilidad para aguantar el balón y jugar de espaldas, y Jairzinho, un rematador de primera clase. Gerson, un prodigio de competitividad y clase, movía al conjunto desde el medio centro, con Clodoaldo de complemento, y marcaba la línea una estupenda defensa donde destacaban Carlos Alberto, excepcional lateral derecho clásico brasileño, y el cierre Hércules Brito.

Con estos jugadores, el camino de la seleçao hasta la finalísima había sido un paseo triunfal. Tras franquear sin dificultad la primera fase, donde vencieron a Inglaterra, vigente campeón, les esperaba el equipo peruano. Los andinos, dirigidos por el fenomenal Cubillas, eran la revelación del torneo con su juego ofensivo. Venció Brasil por 4-2, dos tantos de Tostao. Y en semifinales, a recordar viejos tiempos frente a una renacida Uruguay. Los fantasmas domésticos de Brasil se hicieron realidad cuando Morales adelantó a los charrúas, pero Clodoaldo, en el gol más importante de su carrera (según propia opinión) empató al límite del descanso. En el segundo tiempo, Jairzinho y Rivelino certificaron el pase a la final. Habían ganado todos los partidos.

El rival señalado para detener a la máquina amarilla sobre el césped del Estadio Azteca era Italia, que había ido pasando rondas como suele, sin mucho juego pero con un pundonor y una capacidad para entender el fútbol extraordinarios. Valcareggi había fundamentado el equipo en una defensa estupenda, con el gato Albertosi en la portería, los duros marcadores Burgnich y Rosato, y a la izquierda Giacinto Facchetti, el único futbolista capaz de disputarle a Maldini el título de mejor lateral izquierdo de la historia de Italia. Mazzola, ya veterano, y Domenghini ponían la calidad en el medio, y arriba el gol era cosa de Boninsegna y Gigi Riva, este último en la cumbre de su carrera.

El camino de los transalpinos hasta su tercera final había sido duro. Tras pasar la primera fase como primeros de grupo marcando un solo gol, les esperaba en cuartos el anfitrión México, equipo de fútbol rápido y alegre, con gente de calidad como Padilla o Fragosa. El equipo americano salió mejor, y se adelantó pronto con gol de González; los italianos respondieron pronto por medio de Domenghini. En la segunda parte, y tras el cambio de Mazzola por Rivera (la staffietta) mejoraron los azzurri, desempatando pronto Riva. Los mexicanos se hundieron abrumados por la responsabilidad, e Italia certificó su pase con un doblete de Rivera en los últimos minutos.

La semifinal de Italia contra Alemania fue el partido más impresionante del torneo, y uno de los más grandes de la Historia de los Mundiales. Lo tuvo absolutamente todo. Dos equipos de altísimo nivel, con los teutones que venían de levantarle un 2-0 a Inglaterra en cuartos, tomándose revancha del torneo anterior. Un gol de Schnellinger en el tiempo añadido, que compensaba el inicial de Boninsegna. La prórroga más inolvidable, con cinco goles: primero Müller rematando con todo, remontada de Italia con goles de Burgnich y Riva, otra vez el Torpedo poniendo el 3-3, y a dos minutos el tanto postrero de Rivera, que significaba la final. Y a todo esto, Beckenbauer jugando gran parte del partido con un hombro dislocado y el brazo vendado. Un monumento a la grandeza del fútbol.

Estos fueron los equipos que el 21 de Junio de 1970 se presentaron en el grandioso Estadio Azteca, construido para la ocasión, dispuestos a alzarse con su tercera corona. Cuando el árbitro alemán Glöckner da el silbatazo inicial, nadie se decide a tomar la manija del partido, y las ocasiones se hacen esperar. Sin embargo, en el ecuador de la primera, Rivelino pone uno de sus centros teledirigidos en la cabeza de Pelé, quien pica un remate inapelable que se cuela a la izquierda de Albertosi. Sobre este remate Burgnich diría más tarde que él saltó con Pelé, pero que cuando bajó el brasileño todavía seguía colgado del aire.

El tanto no desanima a los italianos, maestros del tempo y también sabios en aprovechar los errores del rival. Así, llega un balón sin demasiado peligro al área de Félix, el arquero duda, y Boninsegna se va de Clodoaldo para hacer el empate, en un gol de delantero puro. El partido sigue siendo muy equilibrado, con juego subterráneo por parte del equipo europeo, que desquicia por momentos a Brasil. Burgnich ata en corto a Pelé, y Facchetti hace lo propio con Jairzinho, con lo que las opciones atacantes de Brasl disminuyen. Así se llega al descanso.

Como había ocurrido anteriormente en casi todos los partidos, el equipo brasileiro sale decidido a resolver en la segunda parte. Jairzinho se lleva a Facchetti al costado y abre huecos para las penetraciones de Gerson, cuyo buen juego en este tramo del partido será clave en la final. El fantástico mediocampista avisa al cuarto de hora con un trallazo al larguero, y desequilibra la final cinco minutos después con un gol de genio: sombrero al defensa, y en la salida un tiro que se cuela como un obús.

Italia acusa el golpe, y tira la toalla definitivamente cuando al poco rato Jairzinho clava el tercero. La final se ha acabado, y como en Suecia doce años antes, los últimos minutos son a mayor gloria del fútbol brasileño. Sale Rivera en el tramo final, pero sólo le alcanza para ver en primera fila una de las más grandes y famosas jugadas de la historia del fútbol: un balón que saca el portero Félix y que llega a Pelé, que sin mirar la pone su derecha: por ahí entra Carlos Alberto como un toro para clavar el 4-1. Entre el arquero y O’Rei mediaron veinte toques de balón y cinco futbolistas, la apoteosis del juego colectivo.

Brasil se convierte así en el primer equipo que consigue en propiedad la Copa Jules Rimet, (que, por cierto, fue robada más tarde), por haberla ganado tres veces; para el siguiente torneo hará falta nuevo trofeo. Este Mundial también nos dejó la primera ocasión en que se permitieron los cambios, y el estreno con gran éxito de las tarjetas, ambas innovaciones positivas que han llegado hasta nuestros días. Fue un campeonato tan limpio que no se vio ni una roja.

ALINEACIONES. Brasil: Félix, Carlos Alberto, Brito, Piazza, Everaldo, Gerson, Clodoaldo, Rivelino, Jairzinho, Pelé y Tostao. Italia: Albertosi, Rosato, Burgnich, Cera, Facchetti, Domenghini, Bertini (Juliano m. 73), Mazzola, De Sisti, Riva y Boninsegna (Rivera m. 84).


martes, 11 de noviembre de 2008

PICKLES : EL PERRO QUE GANO LA COPA DEL MUNDO

Fue el célebre perro inglés que estaba paseando con su dueño, y que encontró envuelto en papel de períodico, en un matorral de un jardín al sur de Londres, el trofeo de la Copa Mundial de Fútbol de 1966 (Copa Jules Rimet), que había sido misteriosamente robada cuando era exhibida en una sala de Londres antes de la inauguración. Como recompensa, se le permitió lamer los platos después del banquete inaugural. Murió tiempo después, estrangulado con su propio collar, mientras perseguía a un gato. En 2006 se hizo una versión televisiva de la historia por la cadena inglesa ITV y titulada "Pickles, el perro que ganó la Copa del Mundo".




Tan felices estaban los ingleses por tener la oportunidad de organizar el mundial, que quisieron exhibir en un museo la Copa Jules Rimet. Pero ello terminó siendo un gran problema ya que se la robaron. Hasta Scotland Yard estuvo preocupado de encontrar el trofeo, aunque sin fortuna. Y fue un perro llamado Pickles el héroe que logró lo que parecía imposible. Entre unos arbustos el canino descubrió la copa y la tranquilidad volvió a Inglaterra. Pickles salió en la televisión, en los diarios y hasta sus ladridos se escuchaban por radio. La primera figura del mundial.

lunes, 10 de noviembre de 2008

LA EXPULSION DE RATTIN

Rattin, ese caudillo xeneize, miraba desafiante, clavaba sus ojos en muchos más ojos que le devolvían broncas. En los cuartos de final de la Copa del mundo de Inglaterra en 1966, en Wembley, ese 23 de julio, el árbitro alemán Rudolf Kreitlein fue el protagonista al dejar al equipo argentino con diez hombres. El recuerdo es del protagonista, de Rattin:

"Inglaterra nos tenía mal, apretados contra el arco de Roma. Había que enfriarlos. Me acerqué al árbitro y le pedí un intérprete. Pero Kreintlein no quería saber nada con la demora. Tanto insistí que terminó por echarme. Nos ganaron 1 a 0. Después de la expulsión la FIFA estudió el problema de la falta de entendimiento por el idioma y en México 70 se incorporaron las tarjetas."



Pero el episodio no termino con esa expulsión:
"Me senté en la alfombra roja que le pusieron a la reina. Iba los vestuarios y me empezaron a tira chocolatines.Cuando estaba por llegar al banderín del corner agarré una bandera inglesa que flameaba en el palito. La retorcí toda y la mostré. Entonces, en vez de chocolatines me tiraron latas de cerveza."
Caminó despacio, como se le antojó en ese instante. Rompió con las reglas del protocolo que impone la realeza. Y se fue. De fondo, un grito unánime, feroz lo acompañaba:"Animals/ Animals…" El, los argentinos y los ingleses jamás olvidaran esa tarde.

Ganar el Mundial de 1966 fue para Inglaterra mucho más que una cuestión de honor. POr primera vez en la cuna del fútbol y luego de sufrir a Brasil en 1958 y 1962, el fútbol europeo se dispuso a impedir la victoria sudamericana.
Los métodos importaron poco: persecución feroz al habilidoso Pelé y arbitrajes sospechosos en partidos definitorios.
La Selección argentina fue tal vez la víctima más recordada. Dirigida por Lorenzo, llego a Inglaterra luego de una gira donde los rivales fueron improvisados y los resultados prometían poco. Y debutó el 13 de julio, en Birmingham, con una victoria ante España por 2 a1, con goles de Luis Artime. Tres días después empató 0 a 0 con Alemania Federal y se aseguró la clasificación para los cuartos de final al derrotar 2 a 0 a Suiza, con otro gol de Artime y uno de Ermindo Anega.




Llegaba el turno de enfrentar al local.
La elección de un árbitro inglés para dirigir Alemania-Uruguay y la de un alemán para Inglaterra-Argentina daban la sensación de un "arreglo" para eliminar a los sudamericanos. Fueron suficiente 38 minutos para confirmarlo. Las decisiones de los árbitros hicieron inevitablemente la sospecha. "El de Kreitlein fue un arbitraje mal intencionado, parcial de toda parcialidad. Y la expulsión de Rattin el broche de oro. Sin su caudillo en la cancha, Argentina intentó aguantar el partido, pero un cabezazo de Geoffrey Hurst en el segundo tiempo clasifico a los ingleses para las semifinales.

Los mismos jugadores argentinos que habían sido despedidos por el presidente constitucional Arturo Illia fueron recibidos con el título de "campeones morales" ya con el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía.
Y la FIFA-presidida en aquel momento por el Inglés Stanley Rousno- dejó dudas sobre su postura: multó con mil francos suizos a la AFA, suspendió a Rattin por cuatro partidos y a Roberto Ferreiro por tres. También sanciono a Ermindo Anega, según se justificó mas tarde, "por escupir en la cara a un funcionario", y hasta evaluó la posibilidad de impedirle a la Argentina jugar las eliminatorias para el Mundial de 1970.